Cada vez son más las grandes empresas que buscan un equilibrio en la moda: reutilizar y reciclar en busca de la sostenibilidad.
Hace falta un compromiso realmente fuerte para llegar a esto ya que la sostenibilidad abarca a todos los sectores de la empresa.
Quienes comenzaron a involucrarse se dieron cuenta que para fabricar una prenda hay que pensar en todo el proceso y ver qué se puede cambiar.
Los procesos de producción a la hora de fabricar una prenda amigable con el medio ambiente son fundamentales.
Para comenzar hay que elegir la materia prima, que contenga materiales específicos y sobre todo conocer su procedencia.
Para ello es necesario crear y estar convencidos de una serie de valores que se deben respetar a la hora de la producción.
En las pasarelas de los desfiles de Nueva York, Londres o Madrid están apareciendo nuevas caras de creadores de moda con una fuerte inclinación hacia lo reutilizable.
En la se mana de la moda de Estocolmo, capital de Suecia la sostenibilidad fue uno de los temas centrales.
Marcas como Zara o H&M participan activamente, incluso ésta última aprovechó la ocasión para presentar una aplicación de intercambio de ropa.
La misma, llamada Popswap está dirigida a todas aquellas personas participantes de los desfiles que quieran deshacerse de alguna prenda.
Una vez realizado el intercambio las prendas se reutilizan para la creación de nuevos modelos en lugar de desecharlas.
Marcas como Zara se suman a la iniciativa y dan consejos para que las personas que salgan a comprar lo hagan de manera responsable.
Aseguran que hay que comprar lo justo y necesario, para luego utilizarlo y sacarle provecho a la prenda.
Algo que sucede con frecuencia es no encontrar lo que se busca, sobre todo cuando aparecen las ofertas y descuentos.
En ese momento es cuando la persona deja la zona de ofertas y comienza a buscar prendas de la nueva temporada, se aleja de la idea inicial de no comprar por comprar.
Reutilización de las prendas, uno de los conceptos de sostenibilidad y moda circular
El objetivo es reciclar una vez que la prenda no se utiliza más, y para ello es necesario ayudar a que suceda.
Para comenzar hace falta romper con esa moda de usar y tirar que muchas veces vemos en las tiendas de ropa.
El cambio lo deben empezar las mismas marcas pensando en modelos más duraderos, y cuando una prenda ya no es atractiva, recuperarla.
Las nuevas caras de la moda ya lo están aplicando en sus talleres, ayudando a crear conciencia a los futuros compradores.
El concepto de circularidad se entiende como aquel en el que una prenda se compra, se utiliza, se recicla y vuelve al mercado.
De esta manera se puede evitar el sobrante en la fabricación de ropa que generalmente no ve la luz.
Esto lleva a que se pierda materia prima nueva, intacta y sin opción de venderla porque pasa de moda.
Para que no suceda eso las marcas ya están trabajando en la recuperación y transformación para luego volver a las casas de venta de ropa.
El hecho de que la moda viva un cambio constante y permanente no significa que lo que no se vendió no sirva.
Nuevas generaciones de diseñadores trabajan en el concepto de fabricar poca cantidad o modelos a la carta.
Esto hace que la persona que compra no se vea bombardeada por diseños y se centre en algo más específico.
Otros apuestan por la fabricación de ropa a partir de retazos y sobrantes de tela para diseñar modelos únicos y alejados de la producción en cantidad.
Utilizan también materiales reciclados, algodón ecológico o incluso existen casos como Zara que busca en su fábrica fuentes de energía renovable para trabajar.
El objetivo es reducir los gastos, tanto de las marcas como de quien compra ropa, haciendo compras de manera consciente.
A la hora de comprar hay que buscar una prenda que perdure, que se pueda utilizar de manera asidua y evitar ese modelo que una vez utilizado se pierde en el fondo del armario.
El foco está puesto en la reutilización y reciclaje de todo lo que se utiliza para fabricar una prenda.
Si hablamos de ropa, todo lo que no se usa se puede reutilizar, incluso creando modelos que pueden tener una gran belleza.
Con los plásticos utilizados en las fábricas sucede lo mismo, muchas empresas se están poniendo como objetivo reutilizarlos para bajar la contaminación.
Entre todos se puede lograr una armonía entre marcas respetuosas y clientes comprometidos con el medioambiente.