Si te gusta comer en restaurantes clásicos o clubes de barrio, también están los Bodegones de Buenos Aires, una nueva movida gastronómica.
Hoy en día en estos lugares se puede disfrutar de un menú a un precio muy razonable o probar los platos típicos del país.
Los bodegones se pusieron de moda hace un tiempo, manteniendo su espíritu de barrio y ofreciendo platos abundantes.
Las comidas que se preparan son platos típicos del país y la región, pudiendo encontrar una gran variedad de comida para elegir.
Como ayuda al sector se llevó a cabo Pintó Bodegón, una iniciativa para dar a conocer más de 50 lugares para disfrutar de su gastronomía.
Para dar un impulso a la actividad, ofrecen descuentos y promociones de hasta un 30 por ciento en sus cartas.
Sus platos son preparados de forma casera como antaño, y la abundancia de los mismos los hace atractivos.
Muchos de los encargados de la cocina de los bodegones son profesionales de la gastronomía que buscan relanzar estos lugares.
Esto hace que se genere una propuesta gastronómica diferente y potencie la cultura porteña en donde estos lugares ocupan un lugar importante.
Entre los Bodegones que se pueden encontrar están Las 8 esquinas, Lo de Charly o Buona Mangiata.
Existe un mapa en donde se pueden encontrar una serie de bodegones en donde disfrutar de su buena gastronomía.
Independientemente de esta semana en la que se está llevando a cabo la iniciativa, siempre es bueno recorres bodegones para comer.
En ellos encontramos toda la mística de estos lugares que fueron creados por inmigrantes que elaboraban sus comidas típicas.
Historia de los Bodegones en Argentina
Si repasamos la historia, veremos que los Bodegones nacieron para satisfacer las necesidades de las personas.
En sus inicios, los inmigrantes que llegaron al país provenientes de lugares como España, Alemania o Francia abrían sus locales con comida típica de sus países.
En esa época los platos eran preparados con alimentos que no abundaban pero cuya elaboración los hacía deliciosos.
Eran abundantes y su precio accesible permitía a los trabajadores poder disfrutar de una buena comida.
La decoración de los lugares no era gran cosa, pero se comía bien y era un espacio propicio para entablar conversaciones entre comensales.
La tradición de comer en un bodegón se mantuvo durante mucho tiempo, hasta que fueron apareciendo otras opciones más modernas y bien decoradas.
Lo cierto es que comer en un bodegón tiene ese no se qué que lo convierte en un lugar agradable para una comida con amigos.
De a poco se está intentando reactivar estos lugares tradicionales para que la gente tenga otras opciones a sus demandas.
Podemos encontrar muchos lugares en los distintos barrios porteños sin necesidad de hacer grandes distancias.
La mayoría de los bodegones de Buenos Aires y del interior del país mantienen su ambientación original con mesas y sillas básicas pero con la comida de siempre.
No vamos a encontrar a un mozo impecable sirviendo un vino caro con la servilleta en la manga.
Simplemente se sirve el vino de la casa y la soda para que los comensales se sirvan a gusto, como se hacía en sus inicios.
En cuanto a las comidas, estos lugares se van perfeccionando cada vez más para tener una buena variedad y calidad.
Chef´s nacionales con recorrido internacional tomaron el mando de algunos bodegones para ofrecer platos deliciosos.
Manteniendo los platos tradicionales de la cocina argentina algunos, ofreciendo novedades otros, en todos se come bien.
Algunos Bodegones de Buenos Aires para vivir una experiencia gastronómica diferente
Si todavía no visitaste ningún bodegón o si querés probar otros acá te damos algunas opciones para que vayas.
Podemos empezar la lista con Gambrinus, Lo de Charly, Bar Miramar, Bellagamba, El Imparcial o el Hipopótamo.
Tenemos también lugares como La casona de Flores, El Globo, El Octavo, El viejo Buzón, Bar de Cao o Celta Bar.
Bodegón Núñez, Bar Lavalle, El Patio de Los Duendes, Bar La poesía, Bar El Federal, Dora Restaurant o El Gran Mosquito son otras opciones.
Los platos o el menú que ofrecen estos lugares son accesibles y cuentan con recetas que quizás hacía tiempo que no probábamos.
Si tienen una reunión planeada y no saben dónde ir, opciones como las mencionadas pueden servir para pasar un buen rato.
Vale la pena recorrer estos lugares y ayudar a la reactivación del sector, el cual puede ofrecer alternativas interesantes.
Las iniciativas que hay se quieren aprovechar para dar envión a este sector que tanto esfuerzo hace para brindarnos experiencias maravillosas.