Como no podía ser de otra manera, el asado, una tradición argentina tiene su día nacional y es el 11 de octubre.
Si bien su origen no está claro, lo que sí sabemos es que el asado no es argentino, ya que desde que se inventó el fuego, el hombre cocina gracias a él.
Según datos recavados, el asado en Argentina data del año 1550, cuando las primeras vacas ya pastaban en la zona de La Pampa.
Al haber tierra fértil y gran cantidad de pasto, las vacas se alimentaban libremente y se reproducían en cantidad.
Al haber tanta cantidad de animales en territorio argentino, los gauchos salían a cazar para posteriormente cocinarlos sobre el fuego que encendían en el campo.
Es verdad que desde entonces la forma de cocinar la carne evolucionó mucho, llegando a ser la comida más consumida por los argentinos.
En sus inicios los gauchos cocinaban la carne al asador, pinchando un gran pedazo con palos y colocando el mismo inclinado sobre el fuego.
Si bien se dice que los asados que se hacen en el campo son los más sabrosos, hoy en día en casi todas las casas de Argentina hay una parrilla.
En el siglo XIX aparecieron los primeros frigoríficos que lograron introducir la carne que se consumía en el campo a las ciudades.
Pero el asado no es solo comida, es todo un ritual que hace que la gente se reúna contado historias mientras el fuego se va haciendo.
En nuestro país se consumen alrededor de 50 kilos de carne por habitante, lo que sitúa a Argentina en el más consumidor de carne del mundo.
Vamos a contar cómo se hace un buen asado según los expertos y los cortes que se consideran los más tradicionales.
Cómo hacer un asado para que la carne quede sabrosa
Existe un debate sobre qué punto es el indicado para que la carne quede más sabrosa, y es un tema que nunca va a desaparecer.
Hay quienes quieren la carne bien hecha, esto es cocinarla hasta que deje de estar jugosa, mientras que otros la prefieren menos hecha, generalmente más tierna.
Uno de los secretos está en la cantidad de brasa con la que se cocina, a más brasa más quemada por fuera y cruda por dentro.
Lo ideal es poner la cantidad de brasa necesaria para que esta relación sea pareja, pero también dependerá del tipo de corte que se quiera asar.
En cuanto a los cortes, los más tradicionales son la tira de asado, el vacío, el matambre o la entraña.
Pero no son los únicos, de hecho los cortes fueron variando y hoy en día se puede encontrar mucha variedad.
Está la tapa de cuadril, bife de chorizo, bife angosto, bife de vacío, palomita y algunos más que podemos nombrar.
A esto se le suman los chorizos, que son otro clásico argentino, que se pueden comer al plato o bien con pan, llamado, choripán.
Después podemos encontrar riñones, mollejas o chinchulines, que son básicamente los intestinos de la vaca.
Estas, así como el chorizo, son lo primero que se cocina y mucha gente lo sirve como una picada previa a la carne que tarda más en cocinarse.
Pero no hay una regla para comer el asado, se puede comer solo carne o solo achuras, eso va en el gusto de cada persona.
Para acompañar el asado existen diferentes opciones, se puede comer con ensaladas de todo tipo, así como también con verduras a la brasa.
El asado, tradición argentina en modo gourmet
Si vamos un poco más allá del asado tradicional, podemos encontrar cortes hechos de manera especial.
Una de las opciones es el asado gourmet, con cortes especialmente sabrosos que se pueden hacer con diferentes tipos de leña.
Generalmente son pequeños trozos seleccionados que se cocinan a fuego lento, ahumados o con aderezos que no son los tradicionales.
Tanto la carne como las achuras se condimentan de diferente manera, con especias poco habituales o con miel o mostaza, por poner algún ejemplo.
Para hacer a la parrilla estos cortes se seleccionan las mejores carnes, frescas y tiernas, con la grasa justa y con el fuego exacto para que quede perfecta.
En definitiva, las opciones que existen son muy variadas, pero lo cierto es que un asado bien hecho es un manjar que hay que probar.
Ya sea en un restaurante o en una casa, la carne a la parrilla es algo que identifica a los argentinos.
Hacer un asado es motivo de encuentro para compartir un momento de risas ya sea con amigos o con la familia.
Sin duda comer un asado acompañado de un buen vino es una experiencia que atrae a todo tipo de público.
El asado, una tradición argentina que es un sinónimo de confraternidad conocido en el mundo entero.