Este accesorio de vestir es algo que nunca pasa de moda, por eso vamos a hablar de los pañuelos, estilo para todas las edades.
Muchas veces el secreto está en cómo combinarlos, pero no cabe duda que los pañuelos los puede llevar gente de todas las edades.
El pañuelo se puede llevar en el cuello a modo de accesorio que ayude a mejorar la vestimenta que uno lleve puesta.
También hay quien los usa en las muñecas, en la cabeza o hasta el el tobillo, pero en esta ocasión veremos la forma de combinarlo y vestirlo en el cuello.
El uso que se le puede dar es bien para cubrir la parte del cuello para el frío o simplemente como un elemento decorativo.
La combinación depende de la tela, del tamaño o del color del pañuelo, y hoy en día se puede encontrar una gran variedad para elegir.
Es verdad que si uno busca en el fondo del armario alguno puede aparecer, ya sea propio o de algún pariente que lo haya utilizado en algún momento.
Lo cierto es que sea del tamaño o del color que sea, este accesorio viste y da personalidad y estilo a la persona que lo utiliza.
Cómo elegir el pañuelo correcto
Como decíamos anteriormente, el pañuelo tiene que ir en combinación con la ropa que nos vamos a poner.
Una vez elegida la vestimenta tenemos que buscar el pañuelo que más se adecue a la misma, sin que quede largo, corto o fuera de tono.
Si lo que queremos es vernos elegantes debemos saber algunos detalles que ayudarán a elegir el modelo indicado.
Para un conjunto o traje claro y refinado debemos elegir algo que se asemeje a ello para que quede a tono, liso con algún color oscuro que marque el contorno.
Si la ropa que tenemos puesta es formal y elegante debemos mirar algo que no sobresalga demasiado, como por ejemplo el estampado.
La complexión física también es importante, ya que a una persona alta o de complexión robusta le quedará mejor un modelo más grande en tamaño.
Por el contrario, para un cuerpo menudo lo ideal es que el pañuelo no caiga más de lo debido o que su nudo sea demasiado grande.
En cuanto al lugar donde ponérselo va en el gusto de quien lo quiera vestir y lucir, ya sea en la muñeca, el pelo, en la cabeza, el cuello o en el bolso.
Para cada caso el tamaño va a depender del uso que se le quiera dar, de ello entre otras cosas dependerá de cuánto resalte.
La época del año en que se vaya a utilizar determinará el tipo de tela que se quiera utilizar, en verano algo liviano por comodidad y en invierno algo más grueso para abrigo.
En cuanto al estampado se puede elegir algo mayormente liso para ropa formal o bien un colorido que vaya en armonía.
Pañuelos, estilo para todas las edades, imprescindible para muchos
Si hablamos de edad, bueno, siempre se puede usar para gente joven así como para gente de mayor edad.
Si la combinación es la adecuada el detalle que aporta a la hora de vestirlo quedará perfecto para cualquiera que lo quiera lucir.
Para aquellas personas que llegaron a los 50 años, el pañuelo se volvió algo que no puede faltar en el armario.
Es algo que representa la identidad de la persona y es por ello que lucirlo da orgullo y satisfacción.
Las tendencias que van apareciendo pueden ser interesantes a la hora de decidir cuál es la mejor opción.
Es verdad que en la vida una persona puede cambiar de gustos en cuanto a la ropa que quiere utilizar.
Por ello han aparecido variedades de pañuelos capaces de satisfacer todos los gustos, simplemente hay que saber cuál es el de cada uno.
Si antes una persona utilizaba el pañuelo como cinturón puede que quizás con el tiempo se haya cansado y decida cambiarlo de lugar.
Ello implica quizás que el tamaño que busque sea para que le cubra los hombros y la función que cumple haga que cambie el diseño o el color.
Quizás no lo quiera vestir más y decida colocarlo en el bolso, cambiando la imagen del mismo sin tener que dejar de utilizarlo.
En definitiva lo que dan los pañuelos es estilo para todas las edades y aquellos que siempre tuvieron agrado por ponerse uno lo puedan seguir haciendo.
Lo importante es no perder la identidad y reinventarse en el momento que a uno le parezca adecuado para seguir vistiendo lo que a uno lo represente.